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jueves, 16 de febrero de 2012

Moneyball: El béisbol, ese aburrido deporte



Ya llega la hora de analizar las películas que compiten en la categoría principal de los Oscar y, tras analizar semanas atrás Criadas y Señoras, ahora le toca el turno a Moneyball: rompiendo las reglas, el film protagonizado por Brad Pitt y que le ha valido la tercera nominación de su carrera.
Con una buena acogida entre la crítica y seis candidaturas al Oscar, Moneyball es la adaptación de un libro de Michael Lewis, basado en hechos reales, y cuenta la historia de un director general de un equipo de béisbol que se hizo famoso por conseguir grandes éxitos empleando métodos estadísticos por ordenador para organizar a sus jugadores, con unos recursos económicos inferiores a la mayoría de equipos de las Grandes Ligas.


Nos encontramos frente a una película bastante normalita, que bien podría pasar como un telefilme de laaarga duración. Si en mi anterior crítica decía que la última película de Fincher tenía un buen puñado de escenas innecesarias, ésta se lleva la palma (e irónicamente en ambas sobra Bonnie Wright) ¿Qué narices nos importa la historia familiar de Billy? ¿O las que prolongan el tiempo en pantalla de jugadores que van a durar un suspiro? Por no hablar de todas en las que Brad Pitt sale conduciendo...

Pero a pesar de la excesiva duración, el gran problema de la cinta es  que no emociona. Hace exactamente dos años, podíamos ver una buena e infravalorada película en la que el deporte era uno de sus protagonistas, en ese caso fue el rugby. Su otro protagonista era Nelson Mandela, y con él el racismo. En Moneyball podemos decir que el segundo protagonista es ese complicado juego que es la vida. La película de Eastwood sí que emocionaba, no hacía falta que te gustara el rugby o que supieses sus reglas, con la mirada de Morgan Freeman visionando el partido era suficiente. Tanto en Invictus como en Moneyball conocíamos el final, pero sólo una emocionaba.


Más allá de que en Moneyball apenas veamos los partidos, está el hecho de que el béisbol es un rollazo. Me da igual que el entrenador sea Robert Redford (El mejor), Tom Hanks (Ellas dan el golpe), Kevin Costner (Campo de sueños) o que batee Tim Robbins (Los Búfalos de Durham; con Costner de nuevo). El béisbol no apasiona, a menos que seas un ferviente admirador yanqui de este deporte, claro está. El personaje de Pitt en la película dice que “es imposible no enamorarse del béisbol”, pero lo cierto es que este deporte –al menos en el cine- no solo no enamora, sino que aburre.


Así pues, lo mejor de la película resulta ser la parte analítica, concretamente cuando Pitt y ese interesante secundario en el que se convierte Jonah Hill empiezan a formar su equipo. Lo malo es que una vez está formada la plantilla y hay cambios tras los fracasos, resulta verdaderamente tediosa (a eso de la mitad del metraje), con la salvedad de un par de escenas y las divertidas intervenciones de Hill.

Una de las cosas que no me quedan claras es el motivo de la candidatura de Brad Pitt, no sé si es por lanzar por los aires todo lo que se le cruza, por hacer ejercicio o por conducir en un aluvión de escenas que nos dejan claro lo guapo que es y que no falla en su interpretación, pero tampoco deslumbra.

A favor de ella, hay que destacar la acertada pero breve intervención de Philip Seymour Hoffman y al ya mencionado Jonah Hill, además de una buena banda sonora.


Seguramente se vaya de vacío el próximo día 26 o arañe uno de los premios menores, porque en mejor película y en las categorías interpretativas no tiene opción, y en mejor guión adaptado tendrá que batir a Los descendientes.

Nota: 5


NOMINACIONES
Mejor película
Mejor actor principal
Mejor actor de reparto
Mejor guión adaptado
Mejor montaje
Mejor sonido

1 comentario:

  1. En serio esto es una critica de cine? Con razón tu blog murió... Y el beisbol es un deporte aburrido, claro, si tu educación deportiva es ver a 22 tipejos corriendo tras un balón, si no entiendes un deporte tan hermoso como el beisbol no opines, en cada lanzamiento ocurre algo, cosa que en el fut bol (sí, ese si es aburrido) no sucede, pueden pasar 90 minutos sin acontecimiento, no por nada el beisbol es "el rey de los deportes"

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