#FE9E20

viernes, 25 de noviembre de 2011

Criadas y señoras: Es buena, es lista, es importante




No hay duda de que es la sorpresa del año: con un presupuesto bastante reducido para su producción ha conseguido recaudar 170 millones de euros en EE.UU y ha tenido muy buena acogida entre la crítica. Y no es de extrañar, porque Criadas y Señoras no se queda en un simple drama sobre el racismo. 


Sipnosis: Mississippi, años 60. Skeeter (Emma Stone) es una joven sureña que regresa de la universidad decidida a convertirse en escritora. Su llegada altera la vida de la ciudad e incluso la de sus amigos porque se ha propuesto entrevistar a las mujeres negras que se han pasado la vida al servicio de las grandes familias sufriendo todas las formas de discriminación racial. 




Inteligencia y humor. Así es como aborda Tate Taylor uno de los temas más explotados en el cine americano. Un tema delicado que tiende a mostrar el dramatismo y el sufrimiento de las personas discriminadas, muchas veces resultando dramones sensibleros que se quedan solo en eso. Sin embargo, en Criadas y Señoras (adaptación de la novela "The help" de Kathryn Stockett) vemos las injusticias y la discriminación que sufren las protagonistas desde un punto de vista más cómico y ameno, resultando realmente divertida en muchos momentos. Y es que pocas veces 2 horas y media se hacen tan cortas.


El servicio. Nos centramos en una sirvienta que cría a la hija de su "señora", que une el valor necesario para hacer algo que le puede traer problemas. Y según avanza la historia nos encontramos con el personaje más simpático de la cinta, que nos dará un puñado de los mejores momentos y que debería convertirse en una firme candidata al Oscar como mejor actriz secundaria.




La esclavitud de la estupidez. Así es la otra parte del elenco. Son casi todas las blancas ricachonas que se dedican a exhibir joyas y vestidos, acudir a actos sociales de lo más hipócritas y a ver como sus criadas crían a sus hijos, que seguramente acaben siendo como ellas y tratándolas como basura.


La luz entre la oscuridad. Con esto no me refiero a las criadas negras, si no a la necedad de esas "señoras" que precisamente de eso no tienen nada. Sin embargo, tenemos a Skeeter, una chica que no encaja en ese mundo de estereotipos. Ella es el punto de partida, importante en la trama, que encandila a la cámara pero que quizá esté un poco eclipsada por el dúo afroamericano. Aunque Skeeter no va a ser la única, también damos con un personaje, que si bien al principio nos puede parecer un tanto insoportable, se gana la simpatía del espectador según avanza el metraje. 




Una comedia sencilla y muy agradable, con un guión inteligente. Las dosis de drama son necesarias y algunas despliegan ternura llegando a emocionar. Y gran parte del mérito lo tiene su excelente reparto muy bien dirigido: una maravillosa Viola Davis, una extraordinaria Octavia Spencer, y siguiendo su estela unas notables Bryce Dallas Howard, Jessica Chastain o Anna O’Reilly. Sin olvidar a una especialmente encantadora Emma Stone y a una divertida Sissy Spacek.




Aunque con fallos en la dirección -no respecto a las actrices- que a veces da la sensación de parecer un telefilm, y otro en lo que respecta a las consecuencias (no spoileo, cuando la veáis lo entenderéis), el entretenimiento y las risas están asegurados. Una pequeña joya sobre el racismo que huye de la hipersensiblería que si tienen The Blind Side o Precious. ¿Qué a veces puede parecer algo ñoña? Quizás, pero muy poco.
Finalmente merecen ser mencionadas la cuidada fotografía y la banda sonora. Medio siglo ha transcurrido desde esos años 60. Parecen lejanos, pero ¿acaso no seguimos viendo actitudes tan honestas por parte de unos y tan repulsivas por parte de otros? 




Nota: 8/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario