#FE9E20

domingo, 11 de marzo de 2012

10 discursos de Oscar no aburridos


Ganar un Oscar. He aquí el sueño de todo actor, director, guionista o miembro del equipo de una película. Porque aunque hayan perdido importancia y tengan muchos detractores, son los premios más importantes de la industria cinematográfica. Ganar uno es pasar a la Historia. Por eso mismo, hay que tener preparado un discurso, ya que hay pocas posibilidades de ganar otra estatuilla. 


Las reglas de oro: emocionarse está bien, pero llorar demasiado te puede dejar en ridículo.  Esto es difícil de controlar, por tanto, lo esencial para quedar como un señor o señora es no dejar de lado la humildad (va por tí, James Cameron AKA "King of the world") y ser agradecido al estilo John Wayne ("Esta noche no me siento muy listo, ni muy ocurrente. Solo me siento agradecido humildemente. Quiero dar las gracias a tanta, tanta gente...").


¿Y de quienes se acuerdan los afortunados? Pues en general, le dan las gracias a la Academia por el galardón con el que siempre han soñado, se lo dedican a la familia y amigos, al equipo del film o a la gente que les ha ayudado en su carrera. Normalmente tienden a ser aburridos y le restan dinamismo a la gala, pero también constituyen una parte de los momentos más esperados de la noche. Lo más común para amenizar discursos es meter chistes entre medias ("Guau, no me había dado cuenta de que el Oscar no tiene pene" Susan Sarandon), hacer gala del humor inglés y la ironía o protagonizar anécdotas como la de Julia Roberts y el equipo de televisión. Sin olvidar, claro está, los discursos reivindicativos y polémicos, como el de Michel Moore. Por ello, lo que se premia es la brevedad y sobre todo, la originalidad. Aquí están 10 discursos de los Oscar que  no son aburridos.    



10. Matt Damon y Ben Affleck 
por El indomable Will Hunting
Dos mitos como Jack Lemmon y Walter Matthau anunciaban en la gala de 1998 que unos jovencitos –por entonces desconocidos- llamados Ben Affleck y Matt Damon eran oscarizados en la categoría de mejor guión original por El indomable Will Hunting. Los dos colegas estaban emocionados como críos, dando las gracias a todo el mundo, saltando por el escenario, interrumpiéndose el uno al otro y recordándonos el subidón que supone llevarse una estatuilla a casa.






9. Kate Winslet por El Lector
Será por las ganas que teníamos de ver a esta maravillosa actriz recoger su Oscar, pero lo cierto es que estuvo muy divertida en su discurso. Winslet bromeó con que llevaba ensayando su discurso de aceptación desde los 8 años delante del espejo del baño y con un bote de champú (“pero ya no es un bote de champú”). Cuando llegó el momento de agradecérselo a sus progenitores, no les encontraba en el anfiteatro, así que dijo que le hicieran una señal. Y así fue, su padre silbó en plan pastor de cabras para indicarle a Kate su posición y provocar las carcajadas entre los asistentes. Un gesto simpático al que hay que sumarle la manera de concluir su discurso: alabando a la nominadísima Meryl Streep y soltándole un “Lo siento Meryl pero… ¡Chúpate esa!”.





8. Cuba Gooding Jr. por 
Jerry Maguire
No es que sea un discurso con emotivas palabras o lleno de ingenio, pero el discurso de Cuba Gooding Jr. resulta simpático y cómico. El actor de Jerry Maguire subió a recoger su galardón como mejor actor de reparto y empezó dándole las gracias a Dios y a su familia, pero entonces la música de fondo anunciaba que su discurso se tenía que acabar, así que el actor empezó a hablar a todo trapo proclamando su amor por Tom Cruise, sus más cercanos y el público, repitiendo el “I love you” una decena de veces mientras daba saltos de un lado para otro, poniendo al público en pie gracias a su espontaneidad.







7. Jack Palance 
por Cowboys de ciudad
Atónitos se quedaron todos al ver como en la gala de 1992 Jack Palance subía al escenario tras ganar como mejor actor de reparto por Cowboys de ciudad y en medio de su discurso se ponía a hacer flexiones con una mano, demostrando que estaba en forma a sus 73 años y siendo el objetivo principal de las bromas de Billy Crystal durante la gala.






6. Jorge Drexler 
por Al otro lado del río
En la gala de 2005 los organizadores de la gala no permitieron que Jorge Drexler cantara su tema “Al otro lado del río” de la película argentina Diarios de motocicleta, en su lugar, prefirieron que interpretara la canción alguien más popular como Antonio Banderas y Carlos Santana. Más allá de que la actuación de Banderas dejara mucho que desear, fue la primera vez que una canción nominada no era cantada por la voz original, y la primera vez que nominaban un tema en español. Tras ganar la estatuilla y en lugar de pronunciar el típico discurso de agradecimiento, el cantautor uruguayo subió al escenario y se tomó la revancha entonanado dos estrofas de SU canción a capella. Un buen gesto reivindicativo.   





5. Anna Paquin por El piano
Vale. Paquin no se merecía su Oscar a mejor actriz de reparto (1994), y menos pasando por encima de unas sobresalientes Winona Ryder y Emma Thompson. De hecho, somos muchos los que pensamos que su actuación en El Piano es insufrible… Pero que graciosa estaba la chiquilla de 11 años cuando subió al escenario a recoger su estatuilla y presa de los nervios, fue víctima de una risa nerviosa imposible de controlar, que provocó carcajadas y simpáticas sonrisas entre el público. 





4. Alfred Hitchcock y el premio 
Irving Thalberg
Cuesta creer que uno de los mejores directores de cine de la Historia nunca fuese premiado con el Oscar. Pero tras años siendo ninguneado por la Academia, que no le premió por Rebeca o Psicosis y ni le nominó por Vértigo, Encadenados o la mayoría de su filmografía, le otorgaron el premio honorífico -o más bien de consolación- en 1969. Y por el poco reconocimiento que recibió durante su más que destacada carrera no es de extrañar que pronunciase un breve discurso que descolocaría a más de uno. Con un simple “Gracias” dejaba claro que no necesitaba dicho premio, ya había demostrado ser uno de los mejores tras la cámara y eso es lo que importa.







3. Roberto Benigni por 
La vida es bella
¿Os acordáis del “Pedroooo” de la Pe verdad? Pues es una copia del grito de Sofia Loren cuando anunciaba que “Robertooo” Benigni era el triunfador en la categoría de mejor película de habla no inglesa -que no de mejor actor como dicen muchísimas webs-. Lo gracioso del momento fue la reacción del director de La vida es bella, que lo celebró subiéndose a las butacas y caminando por encima del propio Spielberg y agradeciéndolo a grito pelao. Exultante de felicidad, el italiano declaró que “este es un momento de alegría y quisiera besarlos a todos…”. Originalidad no le faltó… 








2. Tom Hanks por Philadelphia
Emotivo y polémico. Tom Hanks subió a recoger su estatuilla tras ser proclamado mejor actor en 1994 por Philadelphia, y en uno de los años con más competencia. Estas fueron sus palabras a favor de los derechos gays:

"Esto es lo que yo sé... No estaría aquí si no fuera por dos personas muy importantes en mi vida, dos con quienes no hablaba desde hace un largo tiempo, pero que tuve el placer de poder hacerlo la otra tarde: el Sr. Rawley Farnsworth, mi profesor de teatro en secundaria, quien me enseñó a actuar bien; y uno de mis compañeros de clase, el Sr. John Gilkerson. Menciono sus nombres porque ellos son dos de los mejores norteamericanos homosexuales, dos maravillosas personas con las cuales he tenido la fortuna de haber estado relacionado, de caer en su inspiración a una edad tan temprana. Ojalá mis hijos pudieran tener esa clase de profesores y esa clase de amigos.

Y ése es mi dilema de ésta noche. Yo sé que mi trabajo en este caso está magnificado por el hecho de que las calles del cielo están llenas de ángeles. Nosotros sabemos sus nombres, ellos simbolizan cada uno de los lazos rojos que estamos usando esta noche. Ellos finalmente están descansando en los cálidos brazos del creador de todos nosotros. Un abrazo que cura sus fiebres, que transparenta su piel, y permite a sus ojos ver lo simple, lo evidente, la verdad común que es manifestada por la benevolencia de nuestro creador y que fue escrita en papel por hombres sabios, tolerantes, en la ciudad de Philadelphia hace 200 años. ¡Que Dios los bendiga a todos, que Dios les tenga misericordia y que Dios bendiga América!”



La polémica surgió porque Hanks sacaba del armario a uno de los hombres que mencionaba, pero más tarde se supo que estaba pactado. Cabe destacar que ha sido el único momento de los Oscar que ha inspirado una película (In & out) y que a Tom Hanks se le da realmente bien esto de los discursos. 


Se llevaría el primer puesto si no fuera por...







1. Fernando Trueba por 
Belle Époque

No hace falta un discurso largo, emotivo o reivindicativo para agradecer un Oscar. Estamos un poco cansados de que se lo dediquen a todos los familiares nombrándolos uno por uno, al equipo o a los otros nominados. Claro que cada uno puede hacer lo que le venga en gana, porque un Oscar no se gana todos los días. Por eso, el primer puesto va para nuestro Fernando Trueba cuando en 1994 ganó la estatuilla a mejor película de habla no inglesa por Belle Époque. Su discurso, además de breve, es original, atrevido y hace referencia al cine: “Yo no creo en Dios, solo creo en Billy Wilder. Así que, muchas gracias señor Wilder". Básicamente genial.


Y vosotros ¿echáis alguno en falta? ¿Cuál es vuestro favorito?

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