#FE9E20

martes, 28 de junio de 2011

X-MEN: Orgullo mutante



Cierto es que hace meses, cuando muchos veíamos las primeras imágenes y sobretodo los primeros -y cutres- carteles de la última película de la patrulla X, pensamos que la película sería una verdadera cagada. Pero la verdad es que X-Men: Primera generación está a la altura de las dos primeras películas de la saga y por supuesto que supera a la decepcionante tercera parte o a la absurda X-Men Orígenes.





Esta vez nos remontamos a los orígenes de la patrulla X y por tanto a la amistad de Charles Xavier y Erik Lehnsherr, más conocidos como Profesor X y Magneto


¿Y qué es lo que tiene X-men: First Class que la hace tan buena como las dos primeras? El desarrollo de los personajes. Volvemos a explorar unos interesantes mutantes, con sus ambiciones y sus temores, con sus sentimientos y sus motivaciones. Y por fin volvemos a ver al mejor Magneto (y más atractivo, todo hay que decirlo) de X-Men y X2. Personalmente, nunca concebí a Magneto como un mutante malvado. Él tiene una forma de pensar muy diferente a la de Charles y sus métodos por supuesto que no son nada apropiados, pero es mucho más complejo que eso. En esta película descubrimos el origen de su odio, nos ponemos en su lugar y si, le comprendemos. Al fin y al cabo nuestras ideologías están influidas por lo que hemos vivido.




Uno de los que defienden la coexistencia pacífica entre humano y mutantes es Charles Xavier, y aunque estemos acostumbrados a ver a Patrick Stewart en su silla dando vida a uno de los personajes más emblemáticos del cómic, James McAvoy no lo hace nada mal. Eso sí, nunca me imaginé al Profesor X ligando... La interpretación de Michael Fassbender le da la fuerza exacta que necesitaba el joven Lehnsherr y Kevin Bacon completa el trío estelar dando vida a Sebastian Shaw, un malísimo mutante que parece sacado de la saga 007.


Los personajes son interesantes, también merecen ser mencionados los jóvenes Mística y Bestia, pero luego tenemos a otros que son innecesarios como Banshee, Darwin y Angel. Y curioso es el caso de Caos... más que nada porque es el hermano pequeño de Cíclope, y se supone que éste fue el primer alumno de Xavier. Y es que esa es otra, los guionistas se hacen un lío tremendo y contradicen multitud de cosas que se dicen en las otras entregas.




La dirección de Matthew Vaughn es buena, quizás un escalón por debajo de la de Bryan Singer, pues si bien la película resulta entretenida, se hace un poco larga y se echan en falta algunos golpes de acción y humor que si tenían las anteriores. También da la impresión de que los poderes de los mutantes se minimizan o magnifican según le convenga al director y a la historia. Además de que se echa de menos a Lobezno, que no es que sea el mejor personaje de la saga -de hecho su película es la peor con diferencia- pero su carisma les da humor y mala leche a las películas. 


En cuanto a los efectos especiales, cumplen los requisitos pero en esto si que no superan a las anteriores. Los ejemplos más claros son la torpe lucha de Angel y Banshee, la apariencia de Bestia y Mística, que resulta mucho más falsa (aunque ahí también tienen la culpa los de maquillaje) y la puesta en acción de Azazel, que aunque no esté mal deja mucho que desear al lado del espectacular intento de asesinato del Presidente a manos del genial Rondador Nocturno en X2.




En fin, volvemos a estar orgullosos de los mutantes, volvemos a ver a los X-Men y nos quedamos con ganas de Magneto. ¡Ah! y ojo a los cameos, hay uno en especial que seguro os gustará.
Nota: 6,5 - 7

2 comentarios:

  1. No se por que me da, pero ese cameo que nos gustara no sera por un casual Stan Lee?

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  2. Quizá un personaje algo "tuercealfombras" el de Magneto, y los fallos de concatenacion entre guiones probablemente esté en la parte que cada director selecciona a la hora de seguir los comics (parte lo cojo y parte me lo paso por la piedra de sacrificio)

    Por lo demás, el cameo de Hugh Jackman es probablemente el highlight de la película que, en líneas generales, se deja ver sin necesidad de calzador.

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