Aceptable película que trata unos temas muy tocados en el cine de terror: la religión, las posesiones y los exorcismos. Michael Kovak (Colin O'Donoghue) es un decepcionado seminarista norteamericano que decide asistir a un curso de exorcismos en el Vaticano, lo que hará que su fe se tambalee y tenga que enfrentarse a terribles fuerzas demoniacas. En Roma conocerá al Padre Lucas (Anthony Hopkins), un sacerdote poco ortodoxo que le enseñará el lado oscuro de la Fe.
Ya sólo con la sipnosis nos damos cuenta de la falta de originalidad y las grandes similitudes con otras cintas del género como El Exorcista o El exorcismo de Emily Rose, donde un seminarista con un pasado turbulento y con problemas de fe, busca la ayuda de un cura experimentado para que le muestre ese lado oscuro (y no, no es La venganza de los Sith).
El guión, además de pecar de poco original, está plagado de topicazos, y en ocasiones resulta algo aburrido. Sin embargo sí que tiene momentos de lucidez, como algunas conversaciones sobre la religión entre el joven Michael y el maestro del Vaticano o las escenas del Padre Lucas. Quizás otro de los inconvenientes del film sea que no asusta. Y es que, salvo dos o tres escenas, no da miedo, aunque si que se nota cierta tensión.
La dirección deja mucho que desear, Hafström abusa de algunos trucos baratos y la atmósfera no resulta tan densa e inquietante como en su día consiguió Friedkin con El Exorcista. Tampoco destaca la banda sonora, aunque si los planos de la ciudad de Roma, con una notable fotografía.
Lo mejor y lo que hace que la película sea aceptable, es la excelente interpretación de Sir Anthony Hopkins. De no haber recurrido a la presencia del maestro lecteriano, El Rito se quedaría en un aburrido telefilm propio de las reposiciones de antena 3. Es Hopkins quien resulta inquietante, alguna de sus escenas llega a acojonar. Hay una escena en especial en la que nos recuerda (quizá demasiado) al mítico Hannibal Lecter, con esa mirada perturbadora. El joven O'Donoghue realiza una interpretación convincente, aunque a veces se le ve algo forzado, y a Alice Braga se la podían haber ahorrado.
En definitiva, aceptable thriller sobrenatural con pocos toques de terror y perfectamente olvidable, a excepción de Hopkins.
NOTA: 5,5 / 10
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