Los
Superhéroes más poderosos de Marvel se reúnen en una épica y trepidante
aventura en la que intentarán proteger la tierra de los malignos planes de un
Dios nórdico con bastante mala leche… y ya de paso se convierten en el mejor
estreno de la historia, superando a cierto mago con gafas, al Batman de Nolan y
a Los juegos del hambre. Ya era hora de opinar sobre Los Vengadores.
Esta vez
voy a ir directa al grano. Los Vengadores es la película más completa que he
visto desde hace mucho tiempo en el cine: el ritmo es trepidante y no te da
tiempo a aburrirte, visualmente es alucinante,
podemos ver a un montón de héroes míticos bien interpretados, tiene un
buen guión y no nos perdemos en la historia. También hay momentos
emotivos, guiños a otras películas y
sobretodo, es tremendamente divertida, con un humor que más que fácil es eficaz. Sinceramente, no recuerdo haberme reído tanto en el cine.
Y es que Los
Vengadores nos saca multitud de sonrisas y varias carcajadas, y eso se debe a
dos cosas: un guión con un ritmo asombroso y lleno de chistes graciosos,
diálogos ingeniosos o guiños a otras películas; y el buen hacer tanto del
director como de los actores.
Precisamente,
un punto que me preocupaba era el reparto de protagonismo entre los héroes,
pero Whedon se las apaña muy bien y todos tienen su gran momento; aunque
Iron man sale claramente beneficiado (cosa que el espectador va a agradecer) en
detrimento del protagonismo de Ojo de Halcón.
Además los actores hacen un
notable trabajo: Robert Downey Jr. está brillante en su papel del “millonario,
genio, play-boy, filántropo”… Me hace gracia que un personaje como Iron man, que
en España no gozaba de tanta fama como otros Vengadores y héroes Marvel, se ha
ido convirtiendo en el Superhéroe favorito de muchos gracias a la labor de
Robert Downey Jr.
Le sigue a
la zaga, y casi empatando en popularidad el increíble Hulk. Porque señores, ya
es un hecho: Mark Ruffalo es el mejor Hulk que hemos visto y dota al verdoso
monstruo de gran carisma, quedando muy por encima de Eric Bana y Eduard Norton.
Personalmente, Hulk nunca me ha gustado, hasta ahora, que ha pasado a ocupar un
glorioso puesto entre mis preferidos.
Los demás
cumplen bastante bien, desde una Scarlett Johansson que rompe narices a golpe
de pelo, hasta unos correctos Renner, Jackson o Evans y un acertado malo
malísimo (Hiddlestone) que ha superado con creces su actuación anterior. Aunque he de
decir que Hemsworth me pareció un poco forzado y Cobbie Smulders me sobra. Y me
permito el lujo de hacer una mención especial al Agente Coulson (Clark Gregg)
que, entrega tras entrega y corto tras corto, se ha sabido ganar la simpatía
del público, destacando siempre como un buen secundario y un lazo de unión
entre películas. Un gran personaje cómico.
No hay duda
de que la nominación a mejores efectos especiales para los Oscar está asegurada:
las batallas con los extraterrestres, ver a Hulk en acción y escenas como la
del submarino son una delicia visual.
¿Y qué
decir de Whedon? Los crossover son complicados y más si tienes que mezclar a un
puñado de los mejores héroes del planeta, de al menos 4 sagas o películas
distintas, y con las expectativas de los fans bastante altas. Vamos, que lo
fácil era cagarla. Pero el bueno de Joss ha sabido llevar un buen ritmo de una
trama compleja sin que el espectador apenas se pierda (si bien es conveniente
haber visto las películas individuales, especialmente Thor), con grandes dosis
de humor, lo justo de drama y romance, mucha –muchísima- acción y hasta algo de
terror; o acaso ¿soy la única a la que cierta escena de Hulk le puso los pelos
de punta?
Todavía
estáis a tiempo de verla y, junto con Intocable, es lo mejor que he visto este
año: puro entretenimiento palomitero, además de inteligente. Si asociarse con
Disney va a influir de esta manera en la calidad del producto ¡por favor! que
firmen X-men, Spiderman, Reed Richards y compañía, porque quien sabe lo que nos
estaremos perdiendo...
Nota: 8,5
PD: quedaros hasta tras los créditos.
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